atacarnos en otras sensibilidades

Volvía del super con los víveres sin sanitizar y al pasar por la plaza noté algo raro: mucha gente atenta a sus auriculares, varixs mirando para el mismo lado, unas chicas observando a un repartidor como si imaginaran su vida. Después noté que algunxs no tenían barbijo: uno que tocaba la guitarra y cantaba en voz alta, otra que bailaba muy concentrada en su propia música. Me quedé chusmeando de lejos para entender qué pasaba y de golpe… aplausos, un montón de aplausos. Resulta –me contó Flo, puñito mediante– que se trataba de Mi parte es todo, una obra de teatro escrita y dirigida por Braian Kobla. Me dijo que antes de ir no tenía ni idea de qué se trataba, solo había reservado la entrada por Instagram y le habían mandado un audio por Whatsapp. Estrenada en octubre de 2020, la obra sorteaba las restricciones a las actividades artísticas y culturales y presentaba como emplazamiento un espacio tan cotidiano –y de pronto tan extraño–. Todo transcurría entre personajes camuflados con vecinxs, habitués de la Plaza Rivadavia y un audio que acompaña sus derivas e historias. Me quedé con intriga y le pedí que me contara un poco más.

espacios plateados de supervivencia

Nos enteramos de que la galería Ramos Generales de La Plata cumplió cuatro años. Es algo para celebrar: los espacios culturales en la ciudad solían durar mucho menos. Hablamos con Pablo, que los estudió en profundidad, para que nos contara cómo vivieron el contexto pandémico, que transformó muchísimos aspectos de nuestras formas de producir y consumir y se llevó puestas nuestras relaciones sociales y la circulación por el espacio público. ¿Qué sucede con el trabajo de los espacios culturales de La Plata?