El 1º de mayo la ciudad estaba un poco fantasmal: era el asueto por el día internacional de les trabajadores. Juliana Díaz salió a dar una vuelta y en su deriva se cruzó con una horda de personxs armadxs con baldes, engrudo y papeles impresos. Preguntó y entrevistó. Estaban bastante ocupadxs pegatineando los cvs que Luisina Raciti recopiló, previa convocatoria abierta, pero se hicieron un tiempo para contar por qué si la desocupación no cv, hay que sacarla del anonimato y volverla causa gráfica colectiva.