Volvía del super con los víveres sin sanitizar y al pasar por la plaza noté algo raro: mucha gente atenta a sus auriculares, varixs mirando para el mismo lado, unas chicas observando a un repartidor como si imaginaran su vida. Después noté que algunxs no tenían barbijo: uno que tocaba la guitarra y cantaba en voz alta, otra que bailaba muy concentrada en su propia música. Me quedé chusmeando de lejos para entender qué pasaba y de golpe… aplausos, un montón de aplausos. Resulta –me contó Flo, puñito mediante– que se trataba de Mi parte es todo, una obra de teatro escrita y dirigida por Braian Kobla. Me dijo que antes de ir no tenía ni idea de qué se trataba, solo había reservado la entrada por Instagram y le habían mandado un audio por Whatsapp. Estrenada en octubre de 2020, la obra sorteaba las restricciones a las actividades artísticas y culturales y presentaba como emplazamiento un espacio tan cotidiano –y de pronto tan extraño–. Todo transcurría entre personajes camuflados con vecinxs, habitués de la Plaza Rivadavia y un audio que acompaña sus derivas e historias. Me quedé con intriga y le pedí que me contara un poco más.
Author: Florencia Basso
Nacida en La Plata, le gusta dibujar y hacer grabados. Es profesora en Historia de las Artes Visuales (FdA - UNLP) y magíster en Historia y Memoria (FaHCE - UNLP). Es docente en la cátedra Epistemología de las Ciencias Sociales (FdA - UNLP) y en Historia sociocultural del arte II (UNA).