La última muestra de 2018 en Cariño fue una trampa. Llegué y encontré la sala vacía. Pensé ¿qué es esto?, ¿un espacio para charlar y encontrarnos? De repente, les autores de “So, despacio se vuelve nítido”, Franco Durante y Laura Valencia, interrumpieron mi divagar: “largamos, se abren las apuestas” y levantaron una tapa del piso, que dejó a la vista una carrera de caballitos de plomo. En el tumulto divisé a Amelia, diseccionando la escena.