una raíz heteropatriarcal

Lu Muzzin

Lu Muzzin es feminista, psicoanalista y poeta. Imaginamos que podría darnos una mirada potente sobre la Primera confusión: La obra tensiona parte del ideario de izquierdas –proveniente del cristianismo– que se relaciona con las ideas de sacrificio y martirio. Con la excusa de ser material con contenido sexual sensible para niñxs se prohíbe la exhibición de la obra. Cuando de lo que se trata es de una decisión vinculada a la sensibilidad del establishment político-cultural. De esta manera queda en primer plano la intolerancia ante la revalorización de lo sexual como una práctica política.

Pienso que “Ideología” tensiona todo un modo de hacer política. No solo una parte del “ideario de izquierdas”, que probablemente tenga un poco de influencia del cristianismo (como casi todo lo que conocemos). Pero estoy segura de que esto tiene que ver más con una raíz heteropatriarcal que con cualquier otra cosa. Lo quiero decir es que “la izquierda” –que sabemos, es bastante amplia– se ha configurado como una matriz pretendidamente revolucionaria, pero que ha dejado de lado y secundarizado las problemáticas intrínsecas a la división sexo-genérica varón-mujer. Así mismo, también ha reproducido toda una serie de violencias hacia las mujeres y las disidencias sexuales.

Coincido con el hecho de que la protección de les niñxs es una mera excusa que disfraza, pero no por intolerancia. La izquierda también tiene su núcleo duro que es heteropatriarcal, y como siempre se trata de una disputa de poder, dar cabida a un imaginario que entremezcla porno, feminismo, socialismo conlleva una pérdida de privilegios. Si hacemos el ejercicio de imaginar este tejido un poco deforme y desprolijo, los partidos y las organizaciones políticas tales y como las conocemos perderían su lugar predilecto.

“Ideología” también pone en evidencia que la izquierda ha dejado de lado al cuerpo y al deseo como herramientas-base de toda acción transformadora. Separando así sexo y política. El feminismo viene a decir que la sexualidad y nuestros múltiples modos de ejercerla, es política. Y la apuesta también es a la inversa, se puede hacer política desde el sexo, desde la construcción de matrices identitarias no-heteronórmicas. Una acción política también puede estar enfocada en el cuestionamiento y reformulación de nuestros deseos y placeres. La obra de Felipe, como algunas otras, nos abre a un campo de posibles donde sexualidad, arte y política van juntas, cogen, se acarician, se pegotean, se chupan, se mojan, se acaban.


ver introducción y confusiones

ver respuesta a la segunda confusión por Patricio Lagos

ver respuesta a la tercera confusión por Magdalena Jitrik




                
                    

                    
                    

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