María está afilando una piedra. Es la punta de lanza de un pensamiento sobre el encierro que escarba en estos días extraños y se niega a pronunciar el sonido monocorde de las palabras viralizadas por el imperativo del #quedateencasa. En el lugar de ese piiip, desenvaina una reflexión chonga sobre el 7M y un deseo fuerte de apedrear las formas que hostigan a las existencias desviadas de la norma hetero-cis.