Pasé por el Museo Provincial de Bellas Artes a ver la muestra, pero me dijeron “Vas a tener que esperar, la perfo arranca en media hora”. Me quedé impactada con lo que vi: una chica cosiendo contrarreloj, destiñendo con lavandina la prenda y su piel, gastando su cuerpo en la danza del trabajo… ¡la vida misma!